Los diputados federales se autorizaron seis días de descanso a partir del viernes y hasta el jueves 3 de noviembre. Decidieron tomar esos días de asueto para aprovechar las celebraciones por los días de muertos, a pesar de que los dos primeros días del mes se consideran feriados.

Además, desde ahora, pretenden descansar otros seis días más durante noviembre, cuando se presente el feriado obligatorio por la conmemoración del inicio de la Revolución Mexicana, el día 20.

Los grupos parlamentarios prevén que la sesión del 15 de noviembre para aprobar el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2017 se prolongue hasta el miércoles 16, y como prevén que estarán muy agotados no convocarán a la sesión del jueves 17.

Para compensar esa jornada extenuante la sesión siguiente será el 22 de noviembre, un día después del feriado, del lunes 21.

Fue con Felipe Calderón Hinojosa, entonces presidente, que se inventaron los puentes en lunes, posterior a la fecha de descanso obligatorio, para convertir los fines de semana en largos.

La decisión ya no causó sorpresa entre la mayoría de los diputados. Por el contrario, el anuncio fue bienvenido, a excepción de los representantes de Morena y algunos del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Emiliano Álvarez, miembro de la bancada de Morena, reprochó la extensión del puentazo legislativo, porque “resulta indignante que el país se encuentre en una crisis de seguridad, de indefinición económica, con desprestigio de la política, y aquí se decida –desde la cúpula– que descansaremos ¡seis días! Enviamos señales que suman al descontento del pueblo. ¿Por qué no diferimos los días feriados, y subsanamos, en algo, la pésima idea que se tiene del Congreso?”

Para el puente de muertos los diputados optaron por trabajar el viernes 4 de noviembre, y aprovechar seis días consecutivos de descanso. No obstante, ya se prevé que la sesión concluya al mediodía para que retornen temprano a sus respectivos distritos.

Fuente: La Jornada.